Por Brad Lendon
Estados Unidos está intensificando la presión sobre India y Pakistán para evitar un conflicto en Cachemira después de una masacre de turistas en un área administrada por la India en el territorio dividido la semana pasada.
El vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, dijo este jueves que Washington espera que Pakistán ayude a cazar a los militantes detrás del ataque, que tienen su base en territorio controlado por Pakistán.
Y Vance instó a la India, que ha acusado a Pakistán de estar involucrado en el ataque, a actuar con moderación para que las tensiones no exploten en una guerra entre dos vecinos con armas nucleares.
“Nuestra esperanza es que India responda a este ataque terrorista de una manera que no conduzca a un conflicto regional más amplio”, dijo Vance en una entrevista en el programa “Informe especial con Bret Baier” de Fox News.
“Y esperamos, francamente, que Pakistán, en la medida en que sea responsable, coopere con India para asegurarse de que los terroristas que a veces operan en su territorio sean perseguidos y controlados”.
Los comentarios de Vance se hicieron eco de los del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien el miércoles habló con altos funcionarios paquistaníes e indios y pidió a los dos rivales que trabajaran juntos para “reducir las tensiones”, según los informes del Departamento de Estado de las dos llamadas.
Rubio “expresó su pesar por las vidas perdidas en el horrible ataque terrorista en Pahalgam y reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la cooperación con la India contra el terrorismo”, en su llamada con el ministro de Asuntos Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar.
En la conversación con el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, Rubio “habló de la necesidad de condenar el ataque terrorista del 22 de abril” e instó a los funcionarios paquistaníes a cooperar en la investigación.
“Ambos líderes reafirmaron su compromiso continuo de responsabilizar a los terroristas por sus atroces actos de violencia”, señala el comunicado.
Los temores de un conflicto más amplio aumentaron a principios de esta semana cuando el ministro de Información paquistaní, Attaullah Tarar, dijo que su país tenía ” inteligencia creíble de que India tiene la intención de llevar a cabo una acción militar contra Pakistán en las próximas 24 a 36 horas”.
Ese plazo ya ha transcurrido.
El 22 de abril, militantes masacraron a 26 civiles, la gran mayoría turistas, en la montañosa ciudad de Pahalgam, en Cachemira administrada por la India, un ataque que ha provocado una indignación generalizada.
Desde entonces, India y Pakistán se han involucrado en hostilidades de ojo por ojo.
India cerró su espacio aéreo a los vuelos comerciales procedentes de Pakistán el martes, en línea con la prohibición de Islamabad a los vuelos procedentes de India, que se impuso la semana pasada en respuesta a la cancelación de visas para ciudadanos paquistaníes por parte de Nueva Delhi y la suspensión de un tratado clave para compartir agua.
Esta semana, Nueva Delhi e Islamabad han estado haciendo gala de su poderío militar.
Pakistán derribó el martes un dron indio que era utilizado para “espionaje” en la disputada región de Cachemira, dijeron a CNN fuentes de seguridad paquistaníes.
Dos días antes, la Armada de la India dijo que había llevado a cabo ataques con misiles de prueba para “revalidar y demostrar la preparación de las plataformas, sistemas y tripulación para un ataque ofensivo de precisión de largo alcance”.
Las tensiones también han estado aumentando a lo largo de la frontera de facto, la Línea de Control, en Cachemira, y se intercambiaron disparos a lo largo de la disputada frontera durante siete noches consecutivas.
Mientras tanto, las autoridades paquistaníes siguen creyendo que es muy probable que se produzca un ataque indio, según dijo a CNN un alto funcionario paquistaní el viernes.
El funcionario afirmó que cuatro aviones de combate indios sobrevolaron el espacio aéreo pakistaní en dirección a la Cachemira controlada por Pakistán en lo que las autoridades pakistaníes consideraron una misión de ataque la madrugada del miércoles. Sin embargo, en lugar de cruzar la frontera, se desviaron a una base cercana. El funcionario señaló que también había aviones pakistaníes en la zona. CNN no puede verificar las acusaciones de forma independiente.
CNN se ha puesto en contacto con el gobierno, el Ejército y la fuerza aérea de la India para solicitar comentarios sobre las acusaciones del funcionario.
El funcionario también elogió los esfuerzos de la administración Trump para aliviar las tensiones, calificándolos de imparciales y útiles.
Cachemira, uno de los focos de tensión más peligrosos del mundo, está controlada en parte por India y Pakistán, pero ambos países la reclaman en su totalidad.
Los dos rivales, poseedores de armas nucleares, han librado tres guerras por el territorio montañoso que ha estado dividido desde su independencia de Gran Bretaña hace casi 80 años.
India llevó a cabo ataques aéreos en Pakistán en 2019 tras un importante golpe insurgente contra personal paramilitar en la Cachemira administrada por India. Fue la primera incursión de este tipo en territorio pakistaní desde la guerra de 1971 entre ambos países vecinos.
El último ataque contra turistas en Cachemira ha despertado temores de que India pueda responder de manera similar.
Las condiciones pueden ser propicias para un conflicto mayor ahora que el observado en 2019, según Steven Honig y Natalie Caloca, investigadores del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).
En un artículo publicado en el sitio web del CFR, ambos afirmaron que el primer ministro indio, Narendra Modi, ha “hecho de la transformación y estabilización de Cachemira un pilar central de su legado”.
Dijeron que Modi se sintió afectado políticamente por los ataques de 2019 dentro de Cachemira administrada por la India y probablemente sentirá presión para ser más asertivo con la respuesta de Nueva Delhi esta vez.
Ambos países están fuertemente armados, aunque en cualquier conflicto convencional, India tiene una gran ventaja.
El presupuesto de defensa de la India es más de nueve veces el de Pakistán, según el informe “Balance Militar 2025” del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
Ese presupuesto sustenta una fuerza india en servicio activo de casi 1,5 millones de efectivos, en comparación con apenas 660.000 en Pakistán.
Sobre el terreno, el Ejército de la India, con 1,2 millones de efectivos, cuenta con 3.750 tanques de batalla principales y más de 10.000 piezas de artillería, mientras que la fuerza de tanques de Pakistán es sólo dos tercios de la de la India e Islamabad tiene menos de la mitad de las piezas de artillería del arsenal de Nueva Delhi.
En el mar, la armada india tiene una ventaja abrumadora. Cuenta con dos portaaviones, 12 destructores con misiles guiados, 11 fragatas con misiles guiados y 16 submarinos de ataque.
Pakistán no cuenta con portaaviones ni destructores con misiles guiados, y 11 fragatas de misiles guiados más pequeñas constituyen la columna vertebral de su flota naval. Además, solo cuenta con la mitad de submarinos que la India.
Ambas fuerzas aéreas dependen en gran medida de aviones más antiguos de la era soviética, incluidos los MiG-21 en la India y el equivalente chino, el J-7, en Pakistán.
Si bien el número general de aviones de combate aire-aire y de aviones de ataque terrestre inclina fuertemente a favor de la India, ambos ejércitos han estado haciendo esfuerzos recientes para actualizar sus fuerzas aéreas con aviones modernos de cuarta generación.
India ha estado invirtiendo en aviones multifunción Rafale de fabricación francesa, y actualmente hay 36 en servicio, según Military Balance.
Pakistán ha ido incorporando aviones multifunción J-10 chinos y ya cuenta con más de 20 en su flota.
Aunque Pakistán aún posee docenas de cazas F-16 de fabricación estadounidense, la columna vertebral de su flota son los JF-17, un proyecto conjunto con China que entró en servicio a principios de la década de 2000. Actualmente hay unos 150 en servicio.
A pesar de haber adquirido los Rafale de Francia, los aviones de fabricación rusa siguen desempeñando un papel importante en la flota aérea india. Más de 100 cazas MiG-29 están en servicio en la Fuerza Aérea y la Armada juntas. Y más de 260 aviones de ataque terrestre Su-30 refuerzan la fuerza aérea india.
Los rivales están más cerca en capacidades en lo que se refiere a fuerzas nucleares (con alrededor de cinco docenas de lanzadores tierra-tierra cada uno), aunque India tiene misiles balísticos de mayor alcance que Pakistán.
La India también tiene dos submarinos con capacidad nuclear, mientras que Pakistán no tiene ninguno.
Nic Robertson, Jennifer Hansler, Rhea Mogul, Sophia Saifi y Aishwarya S Iyer de CNN contribuyeron a este informe.
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