Por Priscilla Alvarez y Natasha Bertrand, CNN
Cuando el presidente Donald Trump puso a 2.000 miembros de la Guardia Nacional bajo su control el sábado por la noche y los envió a Los Ángeles, se presentó como una respuesta urgente para sofocar las protestas. Pero también fue una medida que llevaba meses gestándose.
Detrás de escena, la Casa Blanca y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) llevaban meses buscando formas de utilizar a la Guardia Nacional y al Ejército en general para reforzar la aplicación de la intensa agenda inmigratoria de la administración, según varias personas familiarizadas con las deliberaciones internas.
Las discusiones surgieron del deseo de aumentar drásticamente las operaciones inmigratorias a nivel nacional y arrestar a más migrantes que nunca, una estrategia que ha puesto una gran presión sobre el actual aparato de aplicación del gobierno. La administración ha intentado aumentar la capacidad del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, sigla en inglés) recurriendo a personal de varias agencias.
“Sin duda es una expansión, pero es una expansión necesaria”, dijo a CNN Tom Homan, zar para la frontera de la Casa Blanca, al ser consultado sobre la participación de la Guardia Nacional en las operaciones de ICE en Los Ángeles. “Estamos tratando de usar todos los recursos disponibles. Por eso estamos trayendo a todas estas otras agencias: ATF, FBI, Servicio de alguaciles de EE.UU. Tenemos un trabajo enorme por delante”, añadió.
Homan recalcó que los miembros de la Guardia Nacional no están aplicando la ley inmigratoria y se enfocan en proteger propiedades federales y a los agentes que, según la administración, han sido agredidos.
Incluso con miles de agentes federales desplegados en todo el país para arrestar inmigrantes, los resultados hasta hace poco no cumplían con las expectativas de la Casa Blanca, dijeron las fuentes, lo que llevó a cambios de liderazgo en ICE y a tensas llamadas y reuniones con Stephen Miller, principal asesor de Trump y arquitecto de las exigencias de más arrestos y deportaciones. ICE ahora promedia unas 2.000 detenciones diarias, frente a un promedio anterior de 1.000.
Miller ha estado en la Sala de Situación de la Casa Blanca mientras funcionarios de Seguridad Nacional y del Pentágono daban actualizaciones sobre la situación en Los Ángeles en los últimos días. Su mensaje ha sido claro: la administración no dará marcha atrás y deben continuar con las operaciones.
Las discusiones internas sobre el uso de las Fuerzas Armadas para apoyar la aplicación de leyes inmigratorias dentro de EE.UU., y no solo en la frontera sur, comenzaron tan pronto como en febrero, cuando la Casa Blanca y el DHS empezaron a planear cómo movilizar militares en servicio activo de estados que dieran su consentimiento como protección para los agentes federales.
También ha habido discusiones dentro de la administración, incluso en el DHS y el Departamento de Defensa, sobre si unidades de la Guardia Nacional de estados liderados por republicanos podrían usarse en estados que no consientan, ya que tienen más margen bajo órdenes estatales que cuando están federalizadas, según otras cuatro fuentes familiarizadas con las conversaciones.
“Claramente están inclinados a repetir el modelo de Los Ángeles en otros lugares”, dijo una de las fuentes.
CNN contactó a la Casa Blanca para solicitar comentarios.
Trump movilizó a la Guardia Nacional de California en contra de la voluntad del gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, pero las tropas se tomaron de California, no de otro estado.
Sin embargo, el despliegue de marines en servicio activo en Los Ángeles para ayudar con el control de multitudes y disturbios también fue una escalada que dejó perplejos a muchos funcionarios del Departamento de Defensa, según personas familiarizadas con el tema. Un funcionario dijo que el uso de los marines fue más una demostración de fuerza que una necesidad real para controlar la situación.
La administración también busca ampliar el uso de instalaciones militares para albergar inmigrantes. Personal del Departamento de Defensa ha realizado recorridos con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en bases militares como Travis Air Force Base, en California; Camp Atterbury, en Indiana; JB McGuire-Dix-Lakehurst, en Nueva Jersey; Dover Air Force Base, en Delaware; Camp Parks, en California, y Fort Walker, en Virginia.
“Las bases militares son una opción. Lo han sido bajo todos los presidentes para los que he trabajado, así que no es diferente ahora”, dijo Homan, subrayando la necesidad de más fondos del Congreso. El paquete de enormes recortes fiscales y de gasto de Trump proporcionaría miles de millones de dólares para la aplicación de leyes inmigratorias. La urgencia: el espacio de detención de ICE está casi al límite.
Hasta el lunes, había unas 55.000 personas bajo custodia de ICE, según datos federales obtenidos por CNN. ICE, que depende en parte de la cooperación con cárceles locales, solo tiene fondos para 41.500 camas.
“Estamos cerca”, dijo Homan a CNN al preguntarle cuándo se alcanzaría el límite de capacidad. “Probablemente estamos al 95% o más”, detalló.
La primera señal pública de que la administración planeaba usar a la Guardia para ayudar en la aplicación de leyes inmigratorias llegó el mes pasado, cuando el DHS solicitó 20.000 miembros de la Guardia al Pentágono para apoyar sus operaciones.
El DHS pidió militares para ayudar con el procesamiento, apoyo en transporte, apoyo en detención, incluida la seguridad perimetral y respuesta de emergencia dentro de los centros, así como ayuda en operaciones nocturnas e interdicción rural, según la solicitud obtenida por CNN.
El Pentágono aún decide cuántos miembros de la Guardia Nacional proporcionará al DHS, dijo un funcionario de defensa.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, sugirió en una audiencia el miércoles que la orden que Trump firmó el sábado para activar a la Guardia podría aplicarse a otros estados, además de California, y a otras unidades de la Guardia Nacional.
“Parte de esto era anticiparse al problema, para que si en otros lugares hay disturbios y los agentes del orden están amenazados, tengamos la capacidad de enviar a la Guardia Nacional allí si es necesario”, dijo Hegseth el miércoles.
La orden de Trump del sábado por la noche, que puso “al menos” 2.000 miembros de la Guardia Nacional bajo su control, no nombró una ubicación específica y fue muy amplia: decía que las tropas serían desplegadas “en lugares donde ocurran o sea probable que ocurran protestas contra funciones (federales), según evaluaciones actuales de amenazas y operaciones planificadas”.
Hegseth dijo que “afortunadamente, en la mayoría de esos estados, hay un gobernador que reconoce la necesidad, la apoya y la moviliza por sí mismo. En California, lamentablemente, el gobernador quiere politizarlo”.
Por su parte, Newsom ha acusado a la administración de Trump de emplear tácticas autoritarias. “California puede ser la primera, pero claramente no será la última. Otros estados son los siguientes. La democracia es la siguiente”, dijo en un discurso el martes por la noche.
Se espera que los agentes migratorios también reciban apoyo de unidades de la Guardia Nacional en estados donde los gobernadores han dado permiso y han designado a las tropas como multiplicadores de fuerza, dijo un funcionario de defensa a CNN. En Texas, por ejemplo, el gobernador Greg Abbott, firme aliado de Trump, dijo el miércoles que la Guardia Nacional de su estado estaba lista para responder si surgían protestas allí.
Sin que Trump invoque la Ley de Insurrección, que permite a las Fuerzas Armadas realizar funciones policiales para sofocar una rebelión o invasión extranjera, la Guardia no puede hacer arrestos, aunque sí puede detener temporalmente a personas hasta que llegue la Policía y brindar protección a personal federal. ICE publicó este martes en X imágenes de miembros de la Guardia formando un perímetro de seguridad alrededor de agentes de ICE mientras arrestaban a un hombre en California.
“Los militares están brindando protección a los agentes federales mientras continúan las operaciones para remover a los peores de los peores de Los Ángeles”, dijo la secretaria adjunta de DHS, Tricia McLaughlin, en un comunicado a CNN. “Si algún alborotador ataca a los agentes de ICE, el personal militar tiene la autoridad para detenerlos temporalmente hasta que la Policía realice el arresto”, añadió.
The-CNN-Wire™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.
La decisión de Trump de usar a las Fuerzas Armadas para la aplicación de leyes inmigratorias se preparó durante meses News Channel 3-12.
Read More Details
Finally We wish PressBee provided you with enough information of ( La decisión de Trump de usar a las Fuerzas Armadas para la aplicación de leyes inmigratorias se preparó durante meses )
Also on site :