Por Tami Luhby, CNN
Tras meses de lidiar con la campaña del Gobierno de Trump por reducir la plantilla federal, los empleados públicos se enfrentan ahora a la posibilidad de otro cambio importante que podría empujar a aún más trabajadores a abandonar sus puestos de trabajo.
Los republicanos de la Cámara de Representantes buscan realizar varios ajustes importantes a las pensiones por jubilación de los trabajadores federales para ayudar a financiar el amplio paquete de recortes fiscales y del gasto impulsado por el partido. El Comité de Supervisión de la Cámara aprobó la semana pasada un plan que recortaría US$ 50.000 millones del sistema de pensiones durante la próxima década.
“Van a cobrarle a más personas la prestación y luego reducirán los montos cambiando la fórmula de cálculo”, declaró el lunes a la prensa Jacqueline Simon, directora de políticas de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (AFGE por sus siglas en inglés), el mayor sindicato de trabajadores federales.
Los recortes podrían provocar que los trabajadores con derecho a jubilación busquen dejar sus empleos para asegurar sus prestaciones actuales, según los dirigentes sindicales.
Los republicanos del Congreso llevan mucho tiempo queriendo reformar el sistema de pensiones del personal del Gobierno federal, al igual que lo hizo el presidente Donald Trump durante su primer mandato. Pero hasta ahora esos intentos no fueron existosos.
Sin embargo, en el entorno político actual, esta iniciativa legislativa podría tener mayores posibilidades de éxito.
El “gran y hermoso proyecto de ley” de los republicanos aún no está finalizado y aún debe ser aprobado por el pleno de la Cámara de Representantes y el Senado.
El representante James Comer, presidente del comité, dijo que la iniciativa era una forma de ahorrarle dinero a los estadounidenses.
“La simple verdad es que una parte significativa de los costos asociados con todos estos beneficios se financia con el esfuerzo de los contribuyentes del sector privado y, cada vez más, con préstamos del Gobierno federal”, declaró Comer en su discurso inaugural cuando el comité analizó el plan.
Al menos un republicano de la Cámara de Representantes ya se ha pronunciado en contra de la medida. El representante de Ohio, Mike Turner, se unió a los demócratas para votar en contra la semana pasada.
“Me opongo a cualquier intento de reducir el gasto federal sacando dinero de las pensiones que los trabajadores federales ganaron con tanto esfuerzo”, declaró. “Estas pensiones no son regalos, sino promesas a los trabajadores federales a cambio de su dedicación”
La medida más significativa aprobada por el comité elevaría la tasa de contribución al Sistema de Jubilación de Empleados Federales (SJF) para muchos empleados civiles y postales actuales al 4,4 % de su salario. Quienes fueron contratados antes de 2014 generalmente contribuyen con el 0,8 % o el 3,1 %, mientras que los empleados más recientes suelen contribuir ya con el 4,4 %.
Para los nuevos jubilados que aún no tienen edad para recibir las prestaciones del Seguro Social, el plan eliminaría un pago adicional que actualmente está disponible para los trabajadores federales jubilados hasta que cumplen 62 años.
El plan también basaría los pagos de pensión de los jubilados en sus cinco años de ingresos más altos, en lugar de los tres años de ingresos más altos, lo que podría reducir las prestaciones en miles de dólares anuales.
Ciertos empleados, incluyendo a los agentes del orden público, los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza y los controladores de tráfico aéreo, no estarían sujetos a estas disposiciones, aunque no serían elegibles para el pago adicional de pensión hasta después de su edad de jubilación obligatoria de 56 o 57 años, dependiendo de su puesto.
Además, el plan impondría una contribución adicional del 5% a la pensión para los nuevos empleados que no acepten prestar servicio “a voluntad”, lo que les otorgaría menos protección laboral.
El plan propuesto ha causando preocupación entre los trabajadores federales, especialmente entre los de mayor edad, según los dirigentes sindicales.
“La gente está muy frustrada en este momento, piensa que es una especie de engaño”, dijo Brandy Moore White, presidenta del Consejo de Seccionales de Prisiones de la AFGE, que representa a más de 30.000 funcionarios y personal penitenciario en prisiones federales.
Aunque muchos de sus miembros no están sujetos a varias de las disposiciones, quienes se jubilen antes de cumplir los 57 años no recibirían pagos suplementarios hasta que alcancen la edad de jubilación obligatoria. La pérdida sería devastadora para una parte del personal penitenciario, ya que no es raro que los empleados se jubilen entre los 40 y los 50 años tras años de servicio.
En la Administración del Seguro Social, una cuarta parte del personal puede jubilarse, según Jessica LaPointe, presidenta del Consejo 220 de AFGE, que representa a los trabajadores en los centros, oficinas locales y otras unidades de la agencia. Algunos la llaman para decirle que quieren presentar sus papeles de jubilación ahora para poder asegurar sus beneficios de pensión.
“No hay manera de que pueda absorber ese golpe”, comentó que le dicen sus colegas.
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